Cuando estaba en la perrera era una perrita tristeza, desanimada, con la mirada llena de tristeza, esperando ser liberada de esa diminuta jaula. Una vez que salió vimos una perrita totalmente distinta, feliz, alegre y sonriente. Es muy noble, amorosa, juguetona y convive muy bien con personas. No sabemos porque no convive con otros perros, así que si no tienes perros en tu casa ella es la ideal para hacerte compañía y ser tu fiel acompañante de vida.
Mía es uno de los 28 perritos que rescatamos de una perrera porque los iban a sacrificar. Ella era la más enfermita, tenía erliquia, anaplasma y gusano del corazón. Ahora esta sana, solo sigue con el tratamiento del gusano del corazón ya que es un tratamiento largo. Pero es una perrita que ya puede irse a un hogar!