Atenea es una perrita algo desconfiada, necesita de una persona que le tenga paciencia para volver a confiar. Pero una vez que te conoce se deja querer. Ya es una perrita muy adulta pero eso no le impide poder vivir los años que le queden de vida aprendiendo lo que nunca aprendió y conociendo lo que es vivir en familia con amor, cuidados y sin maltratos.
¿Estás dispuesto a darle el final feliz que merece?
Rescatamos a Atenea de su propia «familia» la cual tienen alrededor de 12 pastores belga como ella. La tenían en un patio que estaba enfrente de su casa, en los huesos… junto a otras 2 perritas de la misma raza que también estaban en los huesos. Según nos dicen los vecinos les daban de comer 1 vez a la semana y literalmente se peleaban entre ellas por comer. Atenea era la más sumisa por lo que era la más desnutrida y corría riesgo de morir ahí. Cuando la estábamos sacando (literal robando) salió el dueño y le pedimos que nos dejara atenderla, accedió y nos dijo que el cubría los gastos veterinarios pero no volvimos a saber nada de el ni pidió a Atenea de regreso. Afortunadamente porque claramente no se la íbamos a regresar. Nos dimos cuenta que era una perrita con miedo al mundo que no conocía porque JAMÁS salió de esa casa.